El domingo optamos por empezar con Las Odio, pero al contrario que en el madrileño Tomavistas, sólo llegamos a la mitad del concierto, lo justo para confirmar que hay que seguirles la pista y escuchar por ejemplo su temazo Mantis religiosa. Hablando de odio, Slaves lo irradian por los cuatro costados y casi hasta lo contagian. El público británico daba buena cuenta de ello y fue imposible coger un buen sitio con el concierto empezado. Tocarán en escenarios más grandes sin mucho tardar. Momento de ver como se las gastaba Dua Lipa, otro de los ejemplos de artista que en España no es aún muy conocido pero que puede ser un acierto para un festival. Nos pareció que el escenario grande le quedaba todavía precisamente eso, grande. Para reponer fuerzas buscamos acomodo en la tranquila actuación de Peaking Lights y para el que buscara un momento de relax resultó perfecto, pero no sé como cuadraría en festivales como el FIB si no fuera para esto. A Linda Guilala y a Havalina los programadores no les han cuidado mucho flanqueando el principio y final la actuación de otro grupo español como Love of lesbian que volvían al festival para dividir una vez más a público español del guiri (Years & Years tocaba al mismo tiempo en el escenario grande). Poco tiempo pudimos ver a los dos, una lástima, porque tanto Linda Guilala como Havalina están en un gran momento y hubieran sido un aperitivo perfecto para esa hora de la noche antes de desenfreno final con Kasabian, además de un buen empuje a sus carreras.

Love of Lesbian era ya la cuarta vez que tocaban en el FIB, es un placer que hayan vuelto y que cada vez tengan más gente viéndolos. En los últimos años se percibe que en sus repertorios relegan algún que otro éxito en favor de canciones menos conocidas, lo que nos parece un total acierto además de arriesgado, sobre todo en un festival. No todos los fibers vivimos de «lo lo los» (y puedes terminar aborreciendo grandes canciones)  y así consiguen setlist más equilibrados, donde además aguanta una de sus señas de identidad, un sentido del humor y ganas de divertirse del que son especialistas. Belice, Club de fans de John Boy, Algunas plantas o Planeador son ejemplo de uno de los mejores conciertos de este año. Son una banda perfecta.

Cuánto ha cambiado Kasabian desde que en el FIB de 2005 dedicaran Club Foot a unos hermanos Gallagher aún medio bien avenidos, atentos además entre bambalinas. Llenan estadios casi con la misma facilidad con que lo hacían ellos. Son una banda perfecta para festivales y ya desde antes de empezar su actuación – con un enorme corazón latiendo al fondo del escenario que se aceleraba al mismo que el nuestro mientras se acercaba Ill Ray – sabíamos que la juerga guiri no tenía remedio. Tom Meighan también salió excesivamente abrigado, como Liam Gallagher el día anterior (va a ser que tienen el termostato estropeado). Absolutamente todos los temas están diseñados para saltar sin parar, Underdog, Treat… Además son de los que constantemente animan al público nombrando Benicàssim, casi como si lo pronunciaran con K y remarcando una tilde que cambian de sitio, todo un clásico entre los grupos británicos (Benikasíííííín!). Sergio Pizzorno bajó al foso a saludar a las primeras filas y animar a un público entregadísimo antes de Empire. Hicieron un homenaje a Daft Punk con una versión de Around the world, demostrando que incluso teniendo un repertorio tan sólido, un guiño a tus referentes y al público siempre es una gran idea. Terminaron con un bis con Vlad the impaler y Fire, y con el público pidiendo la hora. El remate a otro fin de semana intensísimo era con Crystal Fighters, otros que han cambiado mucho desde su actuación en 2011 (una de las más divertidas que recordamos de todas las ediciones) y puede que hubiera demasiado cansancio acumulado o que varios conciertos seguidos gastando zapatilla fueran demasiado, además de más de media hora de retraso en salir y tuvimos que claudicar. Hasta el año que viene FIB.

Crónica FIB 2017 – Jueves 13 julio

Crónica FIB 2017 – Viernes 14 julio

Crónica FIB 2017 – Sábado 15 julio