Un pedazo de vida destilado en forma de canciones
Han pasado poco más de dos años de su excepcional debut en solitario, Meridiana (Mejor disco nacional en 2016 para nosotros) y aunque el fantástico disco colaborativo Coros de Medianoche ha aliviado algo la espera, llega ahora por fin Diagonal, el nuevo trabajo de Enric Montefusco .
Quién abre camino fue el primer adelanto, acompañado además con un gran videoclip protagonizado por él mismo, desatado ante un público impávido. Exposición de principios sobre vivir siendo fiel a uno mismo, a pesar de llevarse más de un revés por ello. Enric es de esos poquísimos artistas que son capaces de destilar en cada canción y en unos pocos versos, ideas sobre la vida de una tremenda carga emocional y profundidad.
«Quien abre camino no tiene quien le de consuelo
con todo, no me quedaré en la orilla»
Himno de Europa es de sus canciones más abiertamente políticas. Crítica hiriente hasta el tuétano de esa Europa cínica a la que solo le importa el dinero. En esta piel post Standstill el sentido del humor está más presente. Por ejemplo aquí destaca ese irónico y juguetón coro final sobre la única Europa que importa, la del fútbol (otro ejemplo podría ser la parte final de Flauta Man en Meridiana).
Bienvenido se abre y casi cierra con un arpa, otro instrumento más que añadir a su compleja puesta en escena. Precioso recuerdo para Meridiana y esas «casitas de colores» que tanto cantábamos en su anterior gira. Hay que olvidar la infancia y «madurar» asumiendo que lo bueno se acaba, entrando a formar parte de esa masa informe de gente sobre la que parece que no se debe alzar la voz e ir en su contra.
Diagonal pone nombre al disco como Meridiana lo hizo al anterior. Dos calles de Barcelona como metáfora de dos momentos vitales. Lo políticamente correcto, cómo debemos cumplir «las normas» y no llamar la atención y además dar lo mejor de nosotros a cambio de nada.
Hermosa España empieza con percusiones y trompetas que recuerdan al mundo del circo, seguramente ese que nos gobierna. Su apuesta por lo popular, en el mejor sentido de la palabra, en sus letras e instrumentación, sirve aquí para criticar la España más rancia y cada vez más presente (verbena, toros, Paquirrín, banderas en las solapas…) de la que encima sólo te dejan como mucho ser un espectador.
«Están bailando y tú trabajando»
«Si yo soy un bufón no haré reír al patrón»
Sin duda es uno de los artistas que más me ha representado en sus letras y no creo que yo sea un caso aislado, si no que fruto de su enorme talento para llegar a la esencia de las cosas consigue emocionar y provocar intimidad con su público. Un ejemplo de ello es Sombra de tu luz, dedicada a su hijo, que contiene una de esas pequeñas y grandes lecciones de vida, sin pretender adoctrinar, marca de la casa.
No puedo evitar ser la sombra de tu luz
solo puedo mostrarte hasta donde yo he llegado
Muchas ganas de poder verle de nuevo en directo (esperamos poder ir en mayo a Tomavistas) y emocionarnos en la comunión entre amigos que nos plantea el amigo Montefusco.
2 comentarios sobre “Crítica de ‘Diagonal’ de Enric Montefusco”
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