Este fin de semana hemos ido por primera vez al Festival Gigante de Guadalajara y os contamos qué nos ha parecido. Un festival que se encuentra tan cerca de Madrid está en una posición privilegiada para llenar un recinto amplio. Tiene además la ventaja de resultar acogedor, evitando lo peor de eventos muy multitudinarios, con enormes distancias que recorrer y solapamientos imposibles, que suponen un estrés que no se sufre en el Gigante.
El recinto es una pista multideportiva con dos escenarios grandes que nunca paran y no se solapan, y uno más pequeño que sirve de alternativa para momentos de relax. No sabemos si la comodidad del recinto es también en parte a que no había sold out, pero sólo hubo algún problema de esperas en los baños (se echaba en falta alguna zona más) y la zona de comida, que en algún momento estaba algo colapsada.
El cartel, basado sobre todo en lo mejor del panorama nacional actual, recibía hace pocas semanas una de las peores noticias del indie nacional de los últimos tiempos (el accidente de tráfico de Supersubmarina del que todavía se están recuperando y a los que mandamos toda nuestra fuerza). El festival reaccionó incorporando a Sidonie y cambiando el nombre de uno de los dos escenarios principales por el del nombre del grupo de Baeza.
El viernes llegamos justo para ver a Egon Soda dar una nueva lección de clase con Ricky Falkner y los suyos, dando ejemplo de lo que debe ser una superbanda. Pedían un silencio que se cumplió a rajatabla para cantar «una de amor», la preciosa Escápula, y enfilar una recta final con La Manada, pedir puños en alto para Nueva Internacional y terminar con la habitual invasión de escenario de los amiguetes que están cerca, en este caso los Sidonie (que se apuntan a un bombardeo), Ramiro Nieto (Rams, The Right Ons), para cantar su himno Reunión de Pastores, Ovejas Muertas.
La Habitación Roja daba las buenas noches desde el Escenario Supersubmarina para ya en la segunda canción tocar una de los viejos tiempos, Van a por Nosotros (Nuevos Tiempos, 2005). La Segunda Oportunidad, You Gotta be cool, ejemplo de lo último del grupo, y los primeros momentos en los que todo el festival saltaba y cantaba con El Eje del Mal (Jorge bromeó antes diciendo que a lo mejor no la conocíamos, porque ya tienen muchos discos), enlazada con Indestructibles y La Moneda en el Aire. Presentación de la banda y terminar con Ayer, qué más se puede pedir. Pues sólo que sigan escribiendo canciones pop perfectas y que las saquen de paseo todo cuanto sea posible.
Con la gira de su último disco Zahara ha dado un paso adelante, que sólo el futuro y una próxima composición nos hará ver sus límites. Tú me llevas, Merezco y Funeral (con guiño a Xoel López y su Historia Universal (El Amor no es lo que Piensas)) es una buena forma de empezar y tener al público a tus pies. Leñador y Mujer América antes de enfundarse la cazadora (estilo Drive) de Caída Libre y pedir a la gente que bailara con ella si se sabían la coreografía y, por supuesto, recordar a una rubia que no había podido ir al Gigante, Yola Berrocal. Para terminar, El Deshielo, una canción perfecta para terminar un concierto.
Sidonie tenían, como ellos mismo reconocían hace poco, una gran responsabilidad de ser los sustitutos de Supersubmarina. Salían al escenario con el audio del primer single de El Peor Grupo del Mundo, Carreteras Infinitas. Costa Azul, La Sombra y antes de Sierra y Canadá, la presentación del grupo (volvía a reunirse la banda de la gira anterior), con Marcel Caballé y Edu Martínez, que se tuvo que dar una carrera para llegar de su concierto con Zahara (más de uno hizo doblete en el festival). Tocaron el single que ya todos nos sabíamos de carrerilla (lástima que fuera el único momento del disco nuevo) en el que Marc jugó nombrando grupos de los que son fan (y que seguro que va cambiando según el día), Dorian, Love of Lesbian, Radio Futura, Pekenikes y por supuesto Supersubmarina. En mi Garganta, Un Día de Mierda con Marc paseando entre el público y dejando cantar el estribillo a un niño que estaba entre las primeras filas, El Bosque, El Incendio… Y uno de los momentos del fin de semana, apareciendo La Habitación Roja para tocar Viento de Cara de Supersubmarina. Estáis Aquí se está convirtiendo en un clásico para terminar, veremos si con El Peor Grupo del Mundo ya rodado cambia.
La Gran Pegatina, Eskorzo y La M.O.D.A. cambiaban el estilo a un terreno poco habitual en el mundo indie, a veces muy cerrado. Fiesta, ska, reggae… para hacer a todo el mundo bailar sin prejuicios antes del habitual cierre con dj´s, en este caso los The Zombie Kids.
El sábado se apreciaba algo más de público, puede que porque Amaral era un cabeza de cartel más atractivo para gente menos festivalera. Comenzamos la jornada con Second, siempre aportando su energía con Sean Frutos ejerciendo de maestro de ceremonias por el escenario, terminando con Rincón Exquisito.
Sidecars también homenajearon a Supersubmarina, entonando un trozo de la canción que da nombre a los de Úbeda. Juancho comentó entre el repertorio lo contentos que estaban de que les hubieran invitado a tocar entre tantos amigos y comentó su miedo a ser mal recibido en festivales (y que incluso le tiren hielos). Nada más lejos de la realidad. Buen momento para reivindicar eventos tan abiertos y derribar barreras demasiado cerradas en la música en este país. Terminaron con Contra las Cuerdas reconociendo que irían corriendo a ver a «Missca» y a Quique.
Momento para otro de esos grupos que están en «su año». Miss Caffeina han sacado un gran disco y lo están llevando por todo el país de paseo con gran éxito. Dicen que van a tocar un reggaeton, si no puedes contra tu enemigo únete a él, es lo que reconoce Alberto. Dedican Oh, Sana a algún obispo que no sabe de qué va esto del amor y Mira como Vuelo, que les está dando tantas alegrías.
Quique González y sus Detectives salían a un escenario perfectamente vestido con farolas de luces intermitentes y con la elegancia de su apuesta (a parte del uniforme que llevaban). Suenan entre otras Kamikazes Enamorados y Dónde está el Dinero, dedicada al ex-ministro Soria por su nuevo puesto en el Banco Mundial. Nina de Morgan (que habían tocado a primera hora de la tarde) acompañó a Quique en varias canciones, entre las que estaba Charo. Tras presentar a la magnífica banda (a veces con tres guitarras, a veces con dos y violín, coros…), Vidas Cruzadas, para terminar un concierto del que pudimos comprobar que también se disfruta en espacios abiertos.
Amaral arrasaron con un repertorio que todo el mundo conoce al dedillo, da igual que no oigas radios comerciales, basta con estar en el mundo. Eva salía con acústica para entonar Revolución y a partir de entonces no bajar la intensidad durante todo el show. Nocturnal (nombre de su último disco), Estrella de Mar, Como Hablar, Hacia lo Salvaje y Sin ti no soy Nada para terminar un concierto en el que todos cantábamos, intentando no tapar la maravillosa voz de Eva.
Volveremos otro año y animamos a todos a ir a desplazarse hasta allí. Muchas veces somos muy comodones y no nos movemos de nuestra ciudad perdiéndonos oportunidades como esta.
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