Sobre «Ponte a Cubierto«, la primera parte de la gira «Bienvenidos al Temporal» de Robe que se realiza en teatros y auditorios, planea un comunicado que él mismo se encargó de publicar en su web robe.es y en redes sociales y que recordaba aquello de no poder grabar o hacer fotos con móviles (nosotros hemos sido buenos y por eso no hay ninguna foto en este artículo), no dar palmas durante todo el concierto, no molestar a los demás… Vamos, lo que se llama tener educación.
Bueno pues el pasado 28 de junio en el Teatro Circo Price de Madrid, con todo vendido prácticamente desde el primer día que salieron las entradas a la venta, más o menos en la mitad de la primera parte de la gira, hubo luces y alguna sombra en el éxito de este deseo. Gente de su equipo distribuida por el recinto si que se encargó de que la gente no encendiera su móvil, pero alguno se empeñó en gritar entre canción y canción alabanzas al cantante de Extremoduro. ¿De verdad piensan que su opinión le importa a alguien? Hacer un chiste o lanzar un «Viva el Robe» ante 1500 personas ¿le otorga alguna satisfacción personal? Hasta tuvo que lanzar un callarse. Y las palmas en cualquier canción y en cualquier momento… Al menos el volumen de este concierto hacía que no molestara mucho, pero en otros más reposados se hace casi imposible disfrutar. En principio nos parece bien su iniciativa (quizás algo exagerada en algún punto, como no dejar pasar alcohol a la zona del concierto) pero mucho nos tememos que será difícil educar a un público que está acostumbrado al consumo rápido y que muchas veces sólo le importa decir y probar con fotos que «Yo estuve allí» ¿pero te has enterado de algo?. No tenemos ninguna duda, eso sí, en apoyar su lucha contra la reventa de entradas que engaña a la gente especulando con el precio de las mismas.
Empezó de espaldas, sentado ante un público fiel como pocos y con una joven banda – que parece lleva toda la vida con él – repartiéndose guitarra, teclados Hammond, acordeón, violín, saxo, clarinete, batería, guitarra, bajo y coros con igual pericia. El concierto comenzó con El cielo cambió de forma y durante la primera parte siguió sentado (el emplazamiento del grupo, más atrás de la mitad del escenario, hacía que parte del teatro no les pudiera ver bien). Hizo el descanso habitual de unos 20 minutos y volvió al escenario – con una posición más adelantada y ya de pie – con uno de los pocos guiños a su banda original con la intro de Extremaydura en Cartas desde Gaia. La gente lo agradeció levantándose a cantar, aunque enseguida volvieron a ocupar sus asientos para asistir a una segunda parte más cañera. Si las cuentas no nos fallan, sonaron todos los temas de sus dos discos Destrozares, canciones para el final de los tiempos (2016) y Lo que aletea en nuestras cabezas (2015) y se despidieron con un tema de Extremoduro Si te vas… de Material Defectuoso (2011) y terminaron con Un suspiro acompasado.
Robe lo consiguió. No quedaron registradas las imágenes y los sonidos en los móviles pero sí en nuestras cabezas. Intensidad y música. Es posible que el concierto de unas dos horas y media de duración (o parte) podamos disfrutarlo en dvd, ya que había unas 4-5 cámaras en el teatro atentas a todo lo que sucedía. Esperamos también un próximo concierto en Madrid. La segunda parte de la gira «Casi me corto el pelo» en recintos más grandes se acerca y seguro que habrá que estar atento para no quedarse sin entradas.
IR A: Crónica del concierto de Robe en el Wizink Center. Madrid, 11 noviembre 2017
2 comentarios sobre “Crónica del concierto de Robe en el Teatro Circo Price. Madrid, 28 junio 2017”
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