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Crítica de ‘¿Hay alguien en casa?’ de Mucho

Bailar el pesimismo

Pesimismo y una mala época es la que parece haber atravesado Martí Perarnau en los últimos tiempos. Pero qué mejor que la música para salir adelante y cuando vienen mal dadas, bailar como antídoto sacando los demonios fuera. Esta vez Mucho es más que nunca un proyecto personal. Ha tomado las riendas con fuerza y ha querido señalar lo difícil que es vivir de la música con honestidad.

1985 abre ¿Hay alguien en casa? haciendo una declaración de intenciones. Juegos con sintetizadores, efectos y capas y desde luego un cambio considerable en el sonido de la banda. Aunque en el fondo no ha hecho otra cosa que profundizar en su instrumento, los teclados y sintetizadores (o por ejemplo en El enemigo ahora vive en todos nosotros tampoco se corta con los filtros de voz) y dar un giro hacia la pista de baile.

Nunca pegarías a un hombre con gafas. Ni un verso de desperdicio en esta canción que parece haberle salido de las entrañas. Sin duda una de las mejores letras de Perarnau de siempre.

«Buscaba la fe pero me encontré con Madonna»
«Buscaba el honor pero sigo en España»
«Buscaba un futuro pero ya voy tarde»

Ahí te quedas Perarnau o Putochinomaricón muestran su vertiente más crítica con la actualidad, la política, la prensa, las redes sociales… No deja títere con cabeza Martí.

«estoy suscrito de por vida a todo lo malo»
«los gobiernos ni pintan ni colorean, se contentan con ver los balcones llenos de banderas»

En ¿Hay alguien en casa, Mcfly? se pone más ochentero que nunca y de nuevo juguetea con las voces. Imaginación, psicodelia y sonidos espaciales son la tónica de un disco que puede ser un punto de inflexión en su carrera, tanto a nivel de éxito comercial como artísticamente.

No sólo hay oscuridad personal, si no casi el reconocimiento del triunfo del mal en la situación política y la industria musical.  Ante todo esto, y con temas como por ejemplo la casi instrumental Teléfono, mi casa o el Mix final del disco sin interrupción, la solución no puede ser mejor que…

¡¡BAILAR!!